Hace varios meses decidimos volver a New York. Con un niño es complicado ir a este tipo de ciudades en las que caminar es indispensable, por eso decidimos volver ahora, cuando al pibe lo metemos en el coche y listo. Lo organizamos con tiempo, investigamos sobre diversos barrios hasta dar con la casa apropiada y se me ocurrió que podía poner los hallazgos y piques acá para quienes tuvieran pensado viajar con un bebé.
1. Si vas a ir a NY con un bebé, recomiendo que hayas ido antes, ya que va a ser difícil que puedas ver y conocer los «obligados» de la Manzana. En todas las atracciones: Estatua de la Libertad, Empire Estate, MoMA, Met, etc., tenés que hacer colas largas, pasar controles tipo aeropuerto, dejar bolsos en guardarropas, y demás protocolos que se vuelven tediosos cuando estás sólo, así que imaginate con un bebé que llora, se caga, se quiere bajar del coche y caminar entre una multitud, por nombrar unos pocos detalles.
2. Ir en nuestra primavera, en septiembre más o menos. Ya en octubre hace mucho frío, hasta nieva (nosotros fuimos solos un 27 de octubre, el 29 nevó y el resto hizo 1 grado).
3. No quedarse en Manhattan: es muy ruidosa, llena de gente, es otra movida, aunque puede haber barrios, no sé, cerca del Central Park que estén buenos, pero no me quiero imaginar lo que puede salir alojarse ahí.
4. No quedarse en un hotel: son carísimos y no tienen ni desayuno ni wifi. De locos.
5. ¡Quedarse en Park Slope! Un barrio increíble, en Brooklyn. Cuando nos pusimos a buscar, en varias webs y blogs leímos que le decían «el barrio de los cochecitos», teníamos un parque GIGANTE (Prospect Park) a dos cuadras, veredas anchísimas, un local de comidas y súper cada dos metros, los findes los niños y padres organizaban ferias, vendían frutas frescas, y cosas usadas y antiguas en las puertas -precisamente en las escaleras- de sus casas: ideal. Comprobamos el primer día que, efectivamente, era el barrio de los cochecitos; las veredas estaban llenas de coches dobles, coches con carrito extra para hermanitos más grandes, parecía joda. La casita de Park Slope la conseguimos acá: onefinestay.com , aunque hay otras páginas. En este barrio tenés la línea F del subway que te lleva a Manhattan por la 6th, o sea que donde te bajes vas a estar cerca de «todo». Además hay un Barnes & Noble gigante con su espacio para «estacionar cochecitos» (posta) y para que los niños jueguen mientras te tomás un café y tratás de no comprarte todos los libros y juguetes que hay.
6. Ir a Coney Island. En la misma estación de la línea F que te lleva a Manhattan, pero para el otro lado, está la F que te lleva a Coney Island. Ese lugar es increíble, su estética de los años 30, su playa, los panchos, es re lindo y si tu pibe ya disfruta del agua y la arena te lo va a agradecer. Está a unos 25 min en subte de Park Slope, 50 min de Manhattan.
7. La comida es un tema. No sé qué tal comen uds., pero en general la comida en NY es horrenda. Horrible, hasta lo más parecido a algo «occidental y cristiano», como unos fideos con salsa tiene gusto al óxido de algo que salió de una lata. Sobre todo en Manhattan. Hay una zona por la 9th y la 50th en la que abundan restoranes indios, thai, incluso argentinos, en los que se come bien por poco (tres adultos por USD28). En Park Slope descubrimos un restorán Thai a dos cuadras que estaba bueno, y ahí Francisco comía tranquilo. Y algún que otro Mac & Cheese o «meatball». La fruta es de terror, aunque se pueden encontrar buenas variedades en los «green markets» (hay muchos en Park Slope), sobre todo si tiene etiqueta de algún país viejo y conocido (como Ecuador), si no tienen todas gusto a nada y parecen de plástico.
Creo que es lo más importante. Algún día contaré de cuando Francisco hizo la caca más enorme y olorosa de su vida en Times Square y lo tuve que cambiar en el piso de un local muy grande de Levi’s.